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La integración sensorial es la capacidad que tiene nuestro cerebro para recibir información a través de nuestros 8 sentidos, interpretarla, organizarla, darle significado a nuestro mundo y permitirnos ser funcionales para participar de manera efectiva en el entorno y en las actividades de la vida diaria, para desarrollar todas nuestras habilidades.

Cuando hablamos del procesamiento sensorial nos referimos a cómo funcionan nuestros 8 sentidos:

Con cada uno de los 8 sistemas sensoriales, los niños (y los adultos) procesan esa información en un rango que es único para cada niño y puede cambiar con el tiempo o durante el día.

Sin embargo, la mayoría de los niños tienden a procesar la información que reciben de manera similar.

Vemos que los niños comienzan a tener dificultades para interactuar, prestar atención, aprender, comportarse, dormir y/o comer cuando procesan información sensorial en uno de los extremos del rango, siendo evitadores o buscadores.

EVITADORES (hipersensibles):

En un extremo del rango está ser sensible a una sensación particular o a todo un sistema sensorial. Eso provoca una respuesta de rechazo o evitación a los estímulos que reciben.

BUSCADORES (hiposensibles):

En el otro extremo del rango puede parecer que los niños ni siquiera registran los estímulos que reciben, es como si ni siquiera los sintieran y por eso tienden a buscar los estímulos de una manera más intensa.

EVITADORES (hipersensibles):

En un extremo del rango está ser sensible a una sensación particular o a todo un sistema sensorial. Eso provoca una respuesta de rechazo o evitación a los estímulos que reciben.

BUSCADORES (hiposensibles):

Importante: En esta lista mencionamos los focos rojos más frecuentes y dividimos de manera general los posibles perfiles sensoriales, sin embargo, existen más posibilidades. En la valoración que realizamos en CRECE se les explica a los padres de manera detallada los posibles perfiles sensoriales y cuál es el que su hijo presenta.

Focos Rojos

Signos evitadores

Presenta intolerancia para aceptar cambios o situaciones nuevas.
Le cuesta adaptarse a cualquier cambio del ambiente o rutina.
Se asusta o estresa con cualquier estímulo.
Presenta dificultad, ya que presenta irritabilidad a diferentes ambientes, texturas, cambios.
Miedo exagerado a los columpios o juegos de movimiento.
Se estresa o se espanta con cambios de postura.
Se marea fácilmente
Tiene miedo de subir o bajar de objetos tales como: escaleras, juegos, resbaladillas.
Reacciona de manera exagerada ante los estímulos del medio ambiente.
Se asusta fácilmente.
Respuestas excesivas ante ruidos repentinos, agudos, ruidosos o metálicos.
Miedo exagerado a trepar o caer, incluso cuando no hay un peligro real, por lo que no suele disfrutar de juegos como los columpio.

Signos buscadores

Es muy inquieto.
No mide riesgos.
Está en constante movimiento.
Busca sensaciones intensas.
Abrazan a los otros muy fuertes.
Se balancean, muerden, empujan, golpean, arañan, chocan, arrojan, golpean a las personas u objetos.
Tienden a apoyarse o colgarse de personas o muebles.
Rompen juguetes a menudo.
Disfrutan al colocarse objetos en la boca que no son alimentos, se chupan la ropa o disfrutan de rechinar los dientes.
Ansían que los toquen y pueden tocar demasiado a personas u objetos.
No se dan cuenta cuando sus manos o rostro están sucios.
Disfrutan meterse objetos inadecuados en la boca.
No se dan cuenta cuando su ropa está arrugada o cuando no tiene bien puestos los zapatos.
Parece que nada les duele.

Problemas con la motricidad:

Son niños que usualmente se sientan en C y/o W.
Se caen fácilmente.
Tienen dificultad para quedarse quietos, disfrutan del movimiento y del balanceo excesivo.
Les cuesta trabajo mantener una postura fija por un tiempo determinado.
Le gusta girar en exceso.
Le cuesta mucho coordinar los ojos (parece que se mueven en diferentes direcciones).
Le cuesta mucho trabajo usar ambas manos.
Son torpes.
Problemas de equilibrio que les lleva a caerse a menudo y provocan una marcha ligeramente torpe.
Se observan torpes en actividades que requieren el uso fino de las manos.

Problemas con la alimentación:

Dificultad para manejar estímulos visuales y sonidos a la hora de la comida.
Dificultad en permanecer sentado durante la comida (prefieren estar en movimiento).
Dieta restringida con base en sabor, textura, temperatura, color, olor o marca.
Dificultad para el control de saliva y disminución de la conciencia de saliva en los labios y mentón.
Dificultad para sentir la comida en la boca y disminución de la conciencia de los restos de comida en la boca o en los labios.
Comen de manera sucia y/o desordenada
Sensibilidad extrema ante los aromas, sabores y texturas, lo cual les lleva a rechazar muchos alimentos o incluso a negarse a usar determinadas ropas solo porque el tacto con la tela les molesta.

Problemas con el sueño

Reaccionan de forma muy emocional cuando escuchan un ruido fuerte o inesperado.
No soportan la sensación de la ropa de cama o pijama
Solo pueden dormir en los brazos de mamá, ya que necesitan la sensación de estar contenidos.
La posición de acostado les incomoda y les hace sentir inseguridad.

Problemas con el juego:

Le cuesta adaptarse a los cambios en su rutina cotidiana.
Es muy inquieto.
Suele tener problemas para relacionarse y hacer nuevos amigos.
Problemas para controlar sus impulsos, sobre todo en situaciones en las que se sienten ansiosos o hiperestimulados.
Su comportamiento parece agresivo hacia los demás.

Problemas de Integración Sensorial en la Escuela

No puede quedarse quieto durante una lección e interrumpe la clase.
A menudo parece distraído y no presta atención a lo que la maestra dice.
No puede agarrar un lápiz correctamente, por lo que tiene problemas con la escritura.
Se molesta cuando se le pide que cambie de una actividad a otra.
No puede lidiar con la estimulación durante las clases y tiene que salir del salón.
Distracción ante estímulos que pasan desapercibidos para los demás, como los ruidos muy bajos.
Tendencia a evitar las multitudes o incluso a estar de pie demasiado cerca de otras personas.
Resistencia al cambio, lo cual dificulta la adaptación a los ambientes nuevos y las transformaciones en sus rutinas y actividades cotidianas.
Falta de habilidades sociales, ya que suelen reaccionar con gran irritabilidad cuando se acercan otros niños, lo cual les dificulta la socialización y puede hacer que sus coetáneos le aíslen del grupo.
Dificultades para detenerse cuando les piden que dejen lo que estaban haciendo para empezar una nueva actividad

Importante: En esta lista mencionamos los focos rojos más frecuentes y dividimos de manera general los posibles perfiles sensoriales, sin embargo, existen más posibilidades. En la valoración que realizamos en CRECE se les explica
a los padres de manera detallada los posibles perfiles sensoriales y cuál es el que su hijo presenta.

VALORACIÓN

La valoración consiste en que un experto identifique las características del procesamiento sensorial de tu hijo para generar un plan de acción.

En CRECE estamos a la vanguardia y contamos con las mejores herramientas para valorar a tu hijo dependiendo de su procesamiento sensorial y de la etapa del desarrollo en la que se encuentra.

Realizamos dos tipos de valoraciones:

En primer lugar, nuestra valoración básica donde se observan piezas clave para el desarrollo y funcionamiento del procesamiento sensorial de tu hijo.

Nuestra segunda evaluación está diseñada con la finalidad de evaluar a niños en etapas avanzadas del desarrollo y como las dificultades sensoriales impactan en sus habilidades de la vida diaria.

TERAPIA

La terapia de integración sensorial en CRECE tiene como objetivo mejorar el procesamiento sensorial de tu hijo(a) a través de actividades de juego específicas y estructuradas a sus necesidades, con el fin de desarrollar mejores habilidades en el procesamiento sensorial.

La sesión de terapia integra actividades que proporcionan estimulación enfocada a fortalecer sus necesidades de desarrollo por medio de actividades divertidas y complejas.

Es por eso que en CRECE no encontrarás, únicamente, tinas sensoriales, arena y texturas; observaras:

Plataformas para columpiarse.
Tubos para saltar dentro.
Pared de escalar.
Trapecios.
Materiales para diferentes etapas del desarrollo.

Los cuales apoyarán el desarrollo de habilidades de tu hijo(a).

El juego dentro de sesión es nuestra mejor herramienta para mantener al bebe/niño motivado y de esa manera favorecer la organización de su sistema sensorial y el desarollo de habilidades.